Lucha para evitar desaparición del halcón aplomado

Investigador de la Universidad Estatal de Sonora advierte que el ave de la especie falco dejará de habitar el norte de México debido al cambio climático

Alberto Macías Duarte coloca un rastreador GPS en un halcón aplomado.

Por Jesús Ibarra

HERMOSILLO.-Alberto Macías Duarte, profesor investigador en la Universidad Estatal de Sonora mantiene una lucha contrarreloj para preservar al halcón aplomado que habita en el desierto de Chihuahua.

El Dr. Macías Duarte se ha visto obligado a modificar sus labores debido a la pandemia de coronavirus, pero aún así da seguimiento desde Hermosillo a los resultados de su estudio y a los datos de GPS que recibe de esta especie amenazada en México. 

Reconoció que a pesar de emplear métodos científicos y tecnologías el ave dejará de habitar en el norte del país durante la próxima década por factores asociados a la agricultura y el cambio climático.

“Esa población está amenazada por la destrucción de hábitat de pastizales desérticos para el desarrollo agrícola, principalmente las comunidades menonitas han abierto miles y miles de hectáreas en los últimos 15 años en lo que eran áreas de halcón aplomado y básicamente se está acabando esa especie”, advirtió.

Imagen de Google Earth que indica las señales de telemetría que muestran los movimientos de los dos halcones aplomado (hembra en rojo, macho en verde.

Macías Duarte señaló que el halcón aplomado habría habitado alguna vez en el noreste de Sonora, sin embargo no está debidamente documentado. 

Por la condición en riesgo del ave unió esfuerzos a través de la UES con académicos de Chihuahua, asociaciones dedicadas a la conservación, el Gobierno de México, y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EEUU para conseguir financiamiento con el fin de estudiar el desplazamiento natal del ave.

“Hemos puesto transmisores satelitales a 8 halcones para ver si nos llevaban a más hábitats más allá de las áreas donde los hemos estudiado, porque los estudiábamos en dos áreas … en el  centro de Chihuahua, Sueco y Tinaja Verde”.

“Hay muchos más pastizales desérticos en Estados Unidos y México, lo que agarra Nuevo México, Texas, Chihuahua y Coahuila. Queríamos saber  si había habitat más allá y hemos encontrado que no. Estos halcones que traían transmisores satelitales no han salido de las áreas, entonces esto indica que muy probablemente desaparezca esta población a  media que se vaya incrementado el área de cultivo”, lamentó.

Lenta desaparición

Los datos de telemetría que recolecta indican que el halcón desaparecerá, pero Macías Duarte explicó que se podría mitigar si se detiene la destrucción del hábitat, algo difícil ante la actividad económica, La instalación de nidos artificiales es otra opción en zonas que aún no habita. 

Señaló que en aquellos pastizales sin agricultura el manejo ganadero debe ser más sustentable ya que el sobrepastoreo afecta al halcón porque no hay especies aves presa y disminuye su alimento. Otro factor en contra es el cambio climático.

“La reproducción del halcón está ligada directamente con el número de aves presa que hay en el pastizal,  el número de aves está relacionado con la precipitación que hay en el verano. Con el calentamiento global se espera que la precipitación, sobre todo en el noroeste de México y EEUU sea más árido, precisamente a través del suministro de alimento esta especie va ser afectada, una es la destrucción del pastizal y otra el cambio climático. 

“Se hipotetiza que las condiciones del desierto Chihuahuense no son las mismas que eran al principio del siglo XX, el cambio climático lo va agravar por eso se plantea que por eso no ha podido colonizar tanto hábitat disponible que hay en el desierto”, explicó.

Un halcón aplomado adulto en vuelo.

El investigador reveló que a principios de esta investigación, en el año 2012 el número de parejas era más alto, llegaron a comprobar en un artículo que existían 24 nidos, en este momento sólo tienen cinco nidos.

Así, el halcón aplomado parece destinado a un final donde su única opción es desaparecer, a pesar de los esfuerzos de investigación y conservación encabezados por Macías Duarte, la adaptación e instinto de supervivencia de esta ave harían que se desplazara a otras regiones, quizá donde haya un clima subtropical en México, lejos del norte.

Los datos indican que solo quedan alrededor de 24 nidos en el desierto de Chihuahua.

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